La campana de los perdidos
De origen incierto, esta iglesia ya aparece en escritos del S XIII y fue posteriormente reformada en el S XVII.
Su principal riqueza cultural se encuentra en su altar dedicado a San Miguel. Obra de Damian Forment data de 1519.
La campana de su torre hacia las veces de guía para los labradores en los días de niebla cuando debían de regresar a sus hogares. Por ello, recibe el nombre de la Campana de los perdidos y es uno de los reclamos anecdoticos de esta estructura.
Ademas, la iglesia esta emplazada muy cerca de la Calle Heroísmo, famosa por sus bares de tapas y su ambiente nocturno