Tradiciones del Gancho
Durante siglos San Pablo fue conocida como la tercera catedral de Zaragoza, después la Seo (que lo es desde que Alfonso I el Batallador conquistó la ciudad a los musulmanes en el año 1118) y el Pilar (que se convirtió en catedral en 1676). San Pablo nunca ha sido una catedral, pero algunos de sus privilegios no eran propios de una parroquia normal. Tampoco su tamaño ni su riqueza, que se deben fundamentalmente a una razón: el barrio de San Pablo, conocido como El Gancho, fue el más poblado de Zaragoza, y hubo momentos en los que la tercera parte de la población de la ciudad vivía en él.
Hoy es posible pasear por el Gancho (no es peligroso, aunque a veces pueda dar esa falsa impresión) y sentirse en un barrio de otro tiempo. Conserva muchos edificios antiguos, unos más monumentales y otros más sencillos, que le dan un carácter extraordinario. Pero también conserva, además de una fantástica iglesia mudéjar declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, muchas tradiciones muy especiales relacionadas con santos que tienen especial veneración en la parroquia. Os cuento dos que a mí me encantan: la primera, la procesión que tiene lugar el día de San Roque, 16 de agosto, al atardecer. Si queréis saber más sobre el santo, su historia, el perro que no tiene rabo y lo que se hace ese día, pinchad en 'https://bit.ly/opqo0s.'
La segunda, que es la que a mí más me gusta, tiene lugar el día de San Antón, 17 de enero, por la mañana. Es la bendición de los animales, y aquello es un jolgorio. Cada uno lleva a su mascota, sea perro, gato, periquito o sardina, se entra a la iglesia con ellas (imaginad el alboroto), después se sale en procesión por el barrio y se acaba con la bendición y echando unos bailes todos juntos. ¿Queréis conocer la historia de San Antón con su tocino, y ver lo que pasa ese día? Pues entrad en 'https://bit.ly/q53esn.'
Otro día os cuento más cosas del barrio más castizo de Zaragoza, pero os dejo un anticipo. ¿Habéis oído hablar de "El Oasis"? Pues es un lugar con una historia de lo más canalla, pero eso... para otro día.
