Hermosas vistas de la ciudad y el entorno
Saliendo de la Catedral, a mano derecha, está la calle de San Pedro que asciende hasta el Castillo. A estas horas de la mañana el paseo es muy agradable: a ambos lados de la calzada podemos contemplar hermosos y antiguos edificios tanto civiles como religiosos.
Casi al final de la calle y antes de llegar a la famosa plaza del Trabuco, donde unos barrenderos se afanan en dejar el adoquinado “como los chorros del oro”, a la derecha nos topamos con la Iglesia (amigo Sancho) de San Pedro perfectamente conservada y de muy bella factura. En un azulejo de la fachada principal leo: “Iglesia de San Pedro. Siglo XVIII” Paso, pago y contemplo. En su interior una sensación de paz y sosiego interior reconforta el alma. La capilla de San Marcos o de los condes de Toreno de principios del XVII nos muestra un muy curioso y precioso artesonado.