El Cristo de Mijarán, lo más preciado del valle
Si por algo es famosa la iglesia de Sant Miquèu de Vielha es por albergar la escultura más preciada y emblemática de todo el valle: el Cristo de Mijarán. Dada su "agitada vida de viajes y aventuras" no es de extrañar que esté incompleta... Originariamente se encontraba en la Iglesia de Santa María de Mijarán, pero ésta fue destruida y expoliada durante la Guerra Civil. En 1940, tras ser localizado en Suiza, regresó de nuevo al Valle de Arán.
A pesar de que sólo se conserva la cabeza y el torso, la talla policromada del Cristo de Mijarán está considerada una de las piezas más importantes de la escultura románica catalana. Formaba parte de un conjunto escultórico de un Descendimiento, obra del Maestro de Erill a Vall (a quien también se atribuye el magnífico Cristo de Salardú).
En cuanto a la iglesia, lo que más llama la atención es la torre campanario, de aspecto fortificado, ya que fue diseñada como torre de defensa y torre del homenaje, formando parte del recinto amurallado de Vielha. Fue mandada construir en 1506 por Fernando II el Católico.
La iglesia tiene una única nave, con capillas laterales, que fueron construidas en diferentes épocas: las 5 primeras capillas son del siglo XII, las dos siguientes del XV, y en el XVII-XVIII fue ampliada con la construcción del crucero, la cabecera y la cúpula linterna.
La portada data del siglo XIII, en la que se puede apreciar la época de transición entre el románico y el gótico. Son dignas de admirar las 59 figuras, que representan la resurrección y la gloria. Las 5 arquivoltas están esculpidas con ángeles, santos, músicos y apóstoles. En el centro del tímpano aparece San Miguel Arcángel (el Santo titular), acompañado de dos esculturas de Jesucristo (flagelado y curando a un enfermo).
A la izquierda de esta portada puede verse un típico Cristo Crucificado románico (frontal y plano), perteneciente al antiguo tímpano de la portada románica.
En el interior de la iglesia, cabe destacar una pila bautismal de mármol del siglo XII decorada con motivos vegetales, un enorme órgano del XVIII, y el Retablo Mayor (siglo XV), compuesto por varios óleos que representan escenas de la vida de la Virgen María y de San Miguel. También conserva varias pinturas murales y la escultura de Santa María de Mijarán.
La iglesia de Vielha está abierta todo el año, por lo que puede visitarse libremente.


