Iglesia Gesu Nuovo

La Plaza de Gesú Nuovo se conforma en un espacio con tres puntos fundamentales que ningún visitante de Nápoles debe dejar de visitar porque son el alma del napolitano más puro.

Dos de ellos son la Columna de la Peste y la Iglesia del Gesú Nuovo. La primera es una de las más famosas y delicadas a la Virgen de las que solían levantarse en el Barroco europeo para pedir la sanación del cuerpo y la salvación de las almas que sufrían las numerosas oleadas de peste que asolaron el continente desde la Edad Media.

La blancura del mármol y la curiosidad de las escenas mostradas bastan para hacer que paremos nuestro camino antes de pasar a la Iglesia del Gesú.

Esta plaza es la puerta de entrada al casco antiguo de Nápoles. En el centro de la misma se erige la aguja de la Inmaculada, un precioso conjunto escultórico, y a un lado: La Iglesia, que conserva en la fachada el aparejo almohadillado del siglo XV del Palacio Sanseverino, antes esta Iglesia era un palacio real, lo que le da una originalidad deslumbrante.
En el interior hay un balaustre de mármoles, estucos y frescos, y obras de importantes artistas.
Es una zona que no deberéis dejar de pasear para admirar el verdadero ambiente napolitano, ir a comer un sfogliatelle en una de las muchas

Se trata de la iglesia que fue construida por los jesuitas. Se llama "Jesús Nuevo" . La iglesia, fue comenzada a contruirse en 1584, bajo la dirección del arquitecto jesuita Giuseppe Valeriano. Fue terminada en 1601, y fue dedicada al Nombre de Jesús y a la Inmaculada Concepción de María, tal como figura en el pergamino colocado junto a la primera piedra, bajo el primer pilar central. La iglesia es conocida popularmente como el "Jesús Nuevo".

En medio del caos absoluto, de repente, esta maravilla de iglesia. Las fotos hablan por si solas.