Raygo
No recoemndable
Llegamos a Tavira a las 3 de la tarde en pleno mes de agosto, íbamos con un niño pequeño y no miramos mucho más además de que salió el camarero a invitarnos a pasar dentro que había aire acondicionado.
Nada más sentarnos, y sin pedirlo, nos traen pan con mantequilla que cobran a 4,90 €. Pedimos de bebida tinto de verano y traen una jarrita de 0,5 l que llenaba dos copas bastante escasas por la cual cobraron 8 € y después una lata de Coca Cola 2,90 €.
Después de pedir la comida nos ofrecen un “salteado portugués” el cual decidimos probar, la sorpresa fue un plato de almejas y otro de gambas resecas y algo escasos por los cuales nos clavaron 15 € cada uno. Las brochetas muy quemadas y resecas.
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