Maris
Creo que es de los pocos acantilados...
Creo que es de los pocos acantilados que hay en la isla. Al ser isla de arena, y la más grande del mundo, a los turistas nos cuentan que no son rocas, sino arena que se ha transformado en piedra con el paso del tiempo. Subir puede costar un poquillo a los menos ágiles, pero las vistas merecen la pena. Se ven las playas, el inmenso océano y, con suerte, algún tiburón o ballena jorobada. No fue mi caso.
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