Gaël Champossin
Recomendado
Al visitar Machu Picchu, es probable que desee quedarse a conocer la noche en Aguas Calientes, el pueblo al pie del sitio arqueológico. Es muy inusual, ya que a Aguas Calientes sólo se puede acceder en tren. Hay un "gringo tierra". De hecho, casi todo se hace para los turistas y mochileros. Los hoteles y restaurantes que están allí se encuentran todos apiladas al lado del otro. Para la cena hay dos posibilidades. O bien ir a uno de los clásicos restaurantes con menús económicos o se puede asistir a otro de mayor placer que se encuentra hacia el Indio Feliz. No me arrepiento de haber cruzado el nivel de la institución dirigida por una pareja franco-peruana.
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