Ciudad pequeña a los pies de los Alpes
Esta ciudad a los pies de los Alpes es una pequeña joya semi desconocida. Si vas buscando monumentos y demás no te interesa, pero si deseas un entorno alpino, para pasear y ver pueblecitos en los alrededores debes visitarlo. Estuvimos un par de días: el primer día lo dedicamos a visitar la ciudad, ver vistas desde las torres, etc... La sensación de mirar hacia arriba y ver montañas que no las ves acabar es indescriptible, y dicha sensación no se puede capturar en una foto, solo se queda grabada en tu recuerdo. El segundo día hicimos una excursión a nuestro aire, subimos a la cima del Patcherskofel (2300 m), y a partir de ahí visitamos 4 o 5 pueblecitos encantadores, muy floreados (las casas están cubiertas de flores de todos los colores), entornos preciosos, y todo muy bien conectado para ir andando (además, se puede adquirir la Innsbruck Card por un precio muy barato, creo que era menos de 20 euros, y te permite usar todo tipo de transporte, como teleféricos, telecabinas, tranvías, buses, etc...)