Hvar

Para llegar a este paraíso en medio del Adriático croata cogí un bus -con trasbordador incluido- a la isla de Korcula y desde allí un ferry que me dejó en el puerto de Hvar. Era temprano, el pueblo recién se despertaba, y me dije que ése era el sitio adonde soñaba llegar. Hvar se arrincona entre su pequeño puerto y la gran plaza de losas blancas a donde miran la catedral de San Esteban y el sorprendente teatro público más antiguo de Europa, inaugurado en 1612. Un aire singular, que va desde lo popular a lo sofisticado, flota sobre la minúscula ciudad. Y es que en su puerto conviven barcas de pesca, de paseo (hay varias opciones de excursiones a las islas cercanas) y espectaculares veleros y cruceros. Ese ambiente se repite en sus callejuelas escalonadas, donde se mezclan sofisticados restaurantes y galerías de arte, con rústicas ‘konovas’ o fondas.

La isla de Hvar se encuentra a lo largo de Split, mide unos 80 kilómetros y es uno de los destinos favoritos de la gente que visita Croacia. Por esta razón, la isla está llena entre julio y septiembre, pero si tienes la suerte de poder visitarla antes de eso, hay un buen tiempo a partir del mes de abril, y los precios son más bajos. La isla se conoce bajo el nombre de Pharos en griego y de Lesina en italiano.

Forma parte de la región administrativa de Split, y para ir tienes que tomar un ferry de Jadrolinja, hay unos más rápidos que solamente llevan pasajeros, y si vas a pie te permiten ir y volver en el mismo día, pero como la isla es grande, si puedes llevar un coche mejor. El precio no es barato, son unos 60 euros para poder llevar un vehículo, la otra opción es ir a pie y alquilar uno ahí.

Ciudad de playas increíbles y bares y locales a pie de playa que invitan a pasar las horas en sus tumbonas. Pero además Hvar es una ciudad increíble para perderse por sus calles, en las que cada rincón te puede enamorar. Es una ciudad con grandes influencias renacentistas y salpicada de un aire aristocrático veneciano.
Puedes llegar directamente en ferry desde Split, con alguna excursión que casi seguro te ofrecerán en cualquier ciudad de la costa.....sin embargo aunque hay un ferry a la isla de Hvar desde Drvenik, una vez llegas a la isla en Sućuraj, sólo puedes contar con un transfer con

Hvar es una de las ciudades más tranquilas que he visitado, su gente es maravillosa, atentos a que te sientas como en casa, su gastronomia espectacular, te marcará. Hvar esta a unas 3 horas desde Dubrovnik y sus vias están perfectas, el paisaje que vais a apreciar es de película.

Este pueblecito, en la isla de Hvar, es un sitio tranquilo y relajado donde pasear por el puerto y donde disfrutar de una rica y romántica cena en cualquiera de sus bares y restaurantes. Sólo en veranos es cuando mas bullicio se puede encontrar, ya que es bastante frecuente encontrar gran cantidad de turistas paseando entre sus tiendas y por el paseo frente al puerto.

Una isla perfecta para entrar en contacto directo con la naturaleza. Calas perdidas, bosques y una temperatura perfecta. Si lo que buscas es una escapada natural, no te puedes perder Hvar.