Bailando con lobos (marinos)
Las Islas Ballestas se encuentran a dos horas en barca motora de la costa de Paracas. Suponen un conjunto de islotes rocosos de una riqueza increíble en aves, lobos marinos y pingüinos Humboldt en peligro de extinción. Como área protegida, no es posible el desembarco, pero esto no imposibilita la observación de la fauna, que se encuentra por doquier. A ello se une la cacofonía de sonidos: de multitud de aves y de los lobos marinos que meten mucho ruido, pero son totalmente inofensivos.
La concentración de aves es tal, que sus heces manchan de blanco los islotes pero constituyen una fuente de riqueza nacional, ya que el guano es un excelente fertilizante exportado a todo el mundo. Actualmente, cada cinco años, se recoge para su comercialización.
Es imprescindible una gorra o sombrero, para la protección solar y para la protección de lo que caiga del cielo.....pero ello se convierte en una odisea si sopla el viento, el mar está picado, y no sabes si sujetar la gorra para que no salga volando o sujetar la cámara réflex para poder enfocar, mientras te bamboleas por el oleaje. Yo hice lo segundo, y la experiencia fue muy movida, pero muy divertida.
En el trayecto se puede apreciar en la costa el geoglifo que se considera un candelabro, cuya factura y función se desconoce, pero cuyo tamaño llama poderosamente la atención.


