El templo de la Ciudad.
Como siempre, en Bali, las sorpresas esperan detrás de cualquier esquina. En este caso en pleno centro de Dempasar, la capital del país, que no parece, ni debería parecerse a sus hermanas, las gigantescas capitales de indonesia.
Cierto es que la esencia balinesa, su manera de ser, su espiritualidad, no creo que les permitiera ni siquiera pensar en formar parte de la vorágine de las grandes metrópolis, de los rascacielos ( no hay ni uno en Bali, ni siquiera hotel). Prefieren, acertadamente, disfrutar del día a día, sin prisas, meditando y rezando, haciendo ofrendas en lugares tan especiales como este templo urbano.