Karesansui
El motivo principal por el que fuimos hasta el templo Ryoan-ji era ver su jardín seco, es único de ese tipo que vimos durante nuestro viaje por Japón.
Tras pagar la entrada al templo y descalzarnos, entramos al edificio desde cuyo mirador se ve este famoso jardín seco. Estaba bastante lleno de turistas, todos cámara en mano, algunos miraban fijamente a un punto u otro de ese jardín rodeado por un muro.
Silencia total y gestos de meditación. Mientras nosotros esperábamos un hueco para sentarnos y contemplar ese lugar que invita a la meditación. O eso dicen, porque aunque esté feo decirlo, aunque a nosotros nos pareció singular, sin duda nos quedamos con cualquier de los otros jardines zen que vimos en Japón y en los que había plantas, agua, puentes... Aún así, sin duda hay que visitar uno de estos jardines para ver como ser y apreciar cada uno de estos detalles.