Buenas copas y mejor música
En el edificio donde nació Leandro Fernández de Moratín, entre la Calle Santa María y la que lleva su nombre, se encuentra uno de los locales más agradables de Madrid pero también uno de los más desconocidos. Se inauguró en el año 1979 y mantiene ese espíritu de los setenta con barras acolchadas, colores cálidos, mesas en zonas reservadas y portadas de discos en las paredes.
La música (siempre jazz aunque de muy diversos tipos y artistas) crea un ambiente especial que invita a la conversación, ayudada por los tabiques y plantas que separan las mesas entre sí. Las copas son servidas con verdadero mimo y productos de calidad, destacando el café irlandés (que preparan flambeando el whisky y coronándolo con nata de manga pastelera) y los gin tonics.
Cada semana, traen una bebida nueva que sólo puede pedirse esos días. Yo probé un Gin Tonic de Tanqueray Rangpur con Fever Tree, lima, cardamomo y bayas de enebro, excelente y preparado con verdadera maestría.
El Jazz Bar es un lugar perfecto para empezar o cerrar la noche con una buena conversación, en un ambiente acogedor y disfrutando de una música magnífica. Si te gusta el jazz, este es tu bar; si no te gusta, quizás cambies pronto de opinión.
Además, los precios están muy bien, las copas cuestan entre 6,5€ y 10€ y el café irlandés, 4,5€.
