Juancar Piñón Landrove
Cambalache
Mala experiencia. Mala disposición de los camareros. De primero pedimos la tabla de pizzeta y fue lo último que nos trajeron. Sabor rico. De segundo un risotto de mar muy rico y unos ñoquis con ragú de ternera ricos. De postre pedimos flan de la casa pero ya no tenían. Pedimos otro postre que no nos gustó. Precio final: 40 €