Judería toledana

Aquí nos vamos adetener y vamos a hacer un recorrido pausado y encantador, nos acompaña Raquel, judía hija del escribano del rey alfonso VIII y que con el tiempo se convertiría en su amante.
Alfonxo X El Sabio recogió en sus escritos esta historia de amor y tragedia que conmovio a toda la juderia de la época.
Ella era una bella muchacha de grandes ojos de un gris azulado, de natural buena gente y amable anfitriona.
Nos cuenta ya entrando en materia que la juderia era un entramado de muros y callejuelas cerradas por puertas, con vias y pasajes rediales que comunicaban los diferentes barrios entre sí y asimismo a la judería con el resto de la ciudad.

En un país en el que el cristianismo se impuso y expulsó a las otras dos religiones monoteístas y dominantes, nunca debería estar de más pasear por los vestigios que estas dejaron para entender la historia y, si nos queda tiempo, reflexionar un poco sobre ella. Por eso me gusta Toledo, y por eso me gustó especialmente pasear por la judería toledana.

El paseo por este antiguo barrio judío empieza en la calle Taller del Moro, aunque esto no suene precisamente judío. Hay un museo-taller, pues eso, del Moro y de estilo mudéjar, pero está cerrado temporalmente por obras. Justo enfrente, una casa con la estrella de David de seis puntas al lado de la ventana: es Toledo, son las "tres culturas", es el que tan pronto te encuentres algo cristiano como musulmán o judío. Es la seña de identidad de la ciudad.

En mi pasado viaje a la ciudad de Toledo, no pude dejar de maravillarme en una de las zonas más especiales de la ciudad, más que un rincón, esto es todo un espacio, porque la judería toledana forma un conjunto inenarrable para los curiosos y avidos de conocimiento como yo.

En mi paseo por esa zona de Toledo, me perdí por sus callejuelas y sus rincones especiales, empapándome de su historia y sus leyendas, visitando sus dos imponentes Sinagogas, entrando en el recientemente reabierto Museo del Greco, dejándome llevar por siglos de historia sintiéndome especial por estar en esas calles tan llenas de fuerza y misterio.