Rafael Sanchez
Un pequeño palacio para descansar
Es un pequeño palacio reconvertido en hostal, a pesar de tener 3 plantas no hay muchas habitaciones así que el ambiente nunca es agobiante, además tiene restaurante propio a buen precio y unas vistas de la ciudad bastante buenas.
Es un negocio familiar y el trato con la dueña es muy fácil, además siempre que les pedimos ayuda nos la ofrecieron sin problemas incluso a la hora de comprar los billetes de bus.