Khajuraho

Tras un largo y sucio trayecto desde Benarés, se abre camino Khajuraho. Cierto es que hay que buscarla porque no todos los caminos llevan hasta aquí, pero todo el que quiere conocer lo más destacado del norte de la India sabe que tiene que visitarla. Es una ciudad pequeña, con tantos habitantes como tienen ciudades de importancia de un país europeo, y donde no viven ajenos al exterior. Sus templos, plagados de sugerentes figuras de parejas disfrutando de sus cuerpos atraen a los turistas y a los lugareños que, como podía ser de otra forma, se aprovechan con picardía. Pero a pesar de la marea de cazaturistas que ronda a los extranjeros, este lugar, como ocurre con otros lugares del país, posee una atracción magnética y enigmática, que despierta en el viajero sentimientos encontrados.

Khajuraho es una ciudad bastante tranquila, la infraestructura hotelera está limitada, ya que su única atracción (y no es poco) son los templos eróticos a la salida de la misma. Lo mejor para conocer la ciudad, es alquilar un tuc-tuc, una especie de "moto-carro" que te lleva a velocidad casi suicida..Y más teniendo en cuenta que en casi todos los tramos de carretera el asfalto brilla por su ausencia, es más, si hay alguna cuesta o algún tramo con dificultad, el conductor con una amplia sonrisa, te dirá que te bajes y ayudes a "encarrilarlo"...!Cosas de la India! La compra "estrella" en Khajuraho

En la población de Khajuraho, en el estado de Madya Pradesh se encuentran los famosos templos eróticos, con increibles esculturas de posturas tántricas de la tradición hindú.

Restaurante paradise se come muy bien, y a buen precio, la sopa de lentejas y el Began Bhatta hay que probarlo con Naan