Erika Paz
Destino Tranquilidad
Para quien quiera alejarse de la bulla, la música a todo volumen y la fiesta, Bonaire será el punto a elegir. Sus espacios están orientados a ofrecer descanso, a conectarse con la naturaleza. Klein Bonaire es el ejemplo perfecto de soledad. Este pequeño islote de tan solo 6 kilómetros cuadrados de superficie se encuentra frente a la costa la principal. Está totalmente deshabitada y aunque en el pasado algunos hicieron esfuerzos para tratar de desarrollarla, en 1995 se dieron por vencidos y ganó como siempre la preservación del espacio. Así que se mantiene virgen y solitaria para quienes quieran disfrutar de ella.
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