Kris por el mundo
En el interior del Museo Nacional
Aunque el Museo Nacional de Corea no es uno de esos museos agotadores que uno se siente incapaz de ver, no hay duda de que al terminar la visita, después de caminar y pasar en pie bastante tiempo, uno tiene ganas de sentarse. Y nada mejor para hacerlo que el tranquilo y acogedor Korean Tea House.
Es la cafetería del museo, un lugar apartado y tranquilo. Cuenta con un ventanal enorme desde el que disfrutar de las vistas de los jardines que rodean el museo. Y nada mejor que hacerlo con una humeante taza de té o café. Lo preparan con esmero y es un placer disfrutarlo comentando los tesoros
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