Cristina Maidagan
Alucinante
Caímos en Hong Kong casi sin pensarlo y el resultado fue alucinante.
Si teneis la opción no os la perdais. Ya habíamos estado en Tokio y en Tailandia, pero Hong Kong es otra cosa. Sorprende su dinamismo, nunca agresivo, la limpieza, la amabilidad de la gente.
Disponen de un magnífico sistema de transporte tanto terrestre como marítimo. Merece la pena coger cualquier transbordador y ver tanto la isla como el continente a partir del agua. Por no hablar del sistema de autobuses o de las calles que se peatonalizan por la noche y que se llevan de gente.
Maravilloso
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