La Cartuja de Las Fuentes

En medio de los Monegros y muy cerca de Lanaja se encuentra una de las joyas más desconocidas de Aragón: la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes. La orden cartuja fundó tres monasterios en Aragón, de los cuales este es el más antiguo. Se funda en 1509 en este lugar precisamente por la presencia de las fuentes que lleva en su nombre, aunque debido a la pobreza del entorno los monjes se trasladarían a una nueva ubicación en las afueras de Zaragoza, la que se conoce como Cartuja de Aula Dei. Eso sí, una parte de la comunidad tuvo que volver a este lugar, donde permanecieron hasta la Desamortización de Mendizábal, en 1835. Desde entonces el edificio pasó a manos privadas llegándose a convertir en un breve período en balneario, algo que no prosperó debido a que las aguas que manaban allí no tenían nada de particular. Actualmente sigue perteneciendo a una familia con la que el gobierno de Aragón está intentando negociar la compra del edificio.

En mitad del desierto de los Monegros hay un lugar impresionante. A principios del siglo XVI los cartujos fundaron aquí un monasterio. Había agua, y de ahí su nombre, pero el terreno era tan pobre y seco que lo tenían muy complicado para subsistir allí. Se marcharon de aquí y fundaron la Cartuja de Aula Dei, cerca de Zaragoza ('https://bit.ly/pftprd'), pero tiempo después un grupo de monjes volvió aquí y construyó el edificio que aún podemos ver.

Después de la Desamortización de Mendizábal, en 1835, el edificio pasó a manos privadas. Hoy sigue perteneciendo a una familia y está en un estado... bueno, digamos que no está en el mejor estado posible. Eso sí, sigue impresionando, y no sólo por el paisaje, sino también por que sus muros están recubiertos de frescos pintados por Fray Manuel Bayeu (el hermano pequeño de Francisco Bayeu) a finales del siglo XVIII. 2.000 metros cuadrados de pinturas que recubren los muros y bóvedas de la iglesia y las capillas del claustro. Para quedarse con la boca abierta.