La historia me sigue ruborizando!!!!
Fuese porque era a la mañana muy temprano o muy por el contrario de noche, tuvimos la suerte de poder fotografiar esta “mínima” casa en la quizás, y digo quizás porque nada es seguro tan sólo la leyenda que recorre San Telmo, aquí habría vivido un esclavo liberto a quien la propietaria de una casa de mayor tamaño la señora cuyo nombre era Magdalena Buthner le habría cedido ese espacio para que viviese.
Esta es casita es la mínima expresión de lo que podría haber sido una casa construida en el siglo XVIII, con paredes y ladrillos de barro cocido y algún rastro de revoque. Por lo que puede saberse al estudiar historia, asignatura obligada en todas las carreras de magisterio, bachillerato, comercial o técnico, aprendimos que a mediados del siglo XVII se trajeron a la ciudad alrededor de 5000 o 6000 personas negras en calidad de esclavos, como signo de cierta alcurnia y para realizar tareas domésticas, asear la casa, lavar y planchar la ropa y cocinar además de hacer empanadas y pastelillos que ofrecían en las plazas o en la esquina de la casa de sus “amos” (me sonrojo de solo pensarlo).