como si siguieras en el Teatro
Qué pasada, un bar restaurante con restos arqueológicos.
Súper cuidado, con mucha historia y con una cerveza súper fría. No recuerdo un sitio tan cuidado al detalle y tratado con tanto mimo en nigua de las grandes capitales. No te pierdas los baños, escondes interesantes sorpresas. Me he quedado de piedra cuando el dueño me ha contado que ha tardado 9 años en ponerlo a punto.