La Catedral de Justo

Este episodio es inenarrable ¿cómo desde hace 44 años un hombre está llevando a cabo su sueño de juventud después de haber invertido todo su patrimonio en esta espléndida construcción y recibiendo donativos en dinero y en especie? ¡Qué ejemplo de tenacidad, de ilusión, de mercadotecnia (¿por qué no admitirlo?) y de saber salvar múltiples tropiezos! Y ahí sigue él con su boinilla roja y su mandil azul ayudando a los obreros a ir construyendo poco a poco su enorme chabola. No le perturba el incesante ruido de los aviones que se disponen a aterrizar en Barajas. La visión del avance de su obra le recompensa.

Desde que vimos aquel anuncio, teníamos ganas de pasar por Mejorada del campo( un municipio a unos 15Kms. De Madrid), a visitar la catedral y sobre todo a charlar con Justo.
Llegamos a finales de verano, así que tuvimos la suerte de estar solos con Justo; que nos enseñase la obra de los últimos cuarenta años de su vida y de conocer a este tan peculiar individuo (es un hombre muy religioso y su ilusión es acabar esta obra dedicada (y en el futuro donada) a la iglesia).
Justo, es sobre todo un hombre muy activo, durante nuestro rato no paró un momento. Mientras, nos contaba que todos los materiales de la catedral son reciclados o regalados; un par de amigos y unos sobrinos son la ayuda que tiene para acabar su obra (y de vez en cuando, con lo que la gente dona a su obra, puede contratar trabajadores).

La catedral de Mejorada del campo
Justo Gallego lleva 50 años construyendo casi en solitario una catedral. Se trata de un ex monje de 85 años.
Y es una construcción muy particular: la catedral se compone de ladrillos, plástico y otros elementos reciclados que recoge de la calle.
Don Justo, como se lo conoce, dice que la tarea que lleva adelante en Mejorada del Campo, un pueblo a 20 kilómetros de Madrid, es "un acto de fe".
Construye una catedral con chatarra en "un acto de fe"
Pasear por cualquier gran ciudad española y encontrarse con una majestuosa catedral no es extraño, pero en la localidad de Mejorada del Campo, Madrid, hay un templo con una historia muy especial: es la Catedral de Nuestra Señora del Pilar o simplemente la Catedral de Justo, una obra en cuya construcción un hombre de 85 años ha invertido casi medio siglo.