Roberto Caravaggi
Un pequeño paréntesis de placer
Un lugar pequeño pero encantador, que resulta muy acogedor gracias a la sonrisa y a los buenos modales del personal. La carta es limitada, pero bien seleccionada: las especialidades típicas de la zona, tales como embutidos y quesos acompañados de albóndigas fritas, el ravioli clásico, que se ofrecen en innumerables variaciones originales. Todo preparado de acuerdo con la estacionalidad de las materias primas. Pocos platos pero buenos (excelente la ternera con setas, acompañada de unas excelentes patatas al horno sobre lecho de cebolla). Entre las sorpresas, puede ser que le sirvan en la mesa una deliciosa focaccina de bienvenida.
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