Roberto Gonzalez
La ermita de San Juan Bautista en la Playa
Esta ermita de los años 30 tiene un especial valor para los icodenses. Era costumbre que la gente, sobre todo pescadores, se bañaran la noche de San Juan y luego comieran en la misma playa. Se organizaban bailes y parrandas para festejar al santo en un empaquetado de plátanos cercano. Para celebrar el santo se enrramaba una pequeña imagen de San Juan y se encendian unas hogueras en los riscos cercanos. Gracias a la familia Luis-Ravelo se construyó un pequeño templo neogótico, entre un pozo aborigen de agua dulce y un horno de cal.
A los antiguos rituales del baño en el mar y las comidas familiares
En la playa el día de su fiesta, se agregaron los de la procesión y el embarque del santo, y en la noche de la víspera los caminos de Las Charnecas, San Felipe y Pueblo Nuevo, se iluminaban con el fuego de las hogueras y de los hachitos- estandartes en formas variadas ( corazón, cruz..) adornadas con flores y frutas e iluminadas con latas llenas de gasolina- que, en serpenteante y lenta procesión, los recorren cada año hasta llegar a la ermita.
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