Milvio Attili
La Gruta del Espíritu Santo
Corinto está localizado entre las montañas de la cordillera Cacahuatique-Corobán y oculta un valioso tesoro, que se registra como Monumento Nacional: La Gruta del Espíritu Santo.
Para llegar a ese histórico lugar, hay que atravesar una colorida villa fundada en 1882. Antes de ser denominado como municipio a finales del siglo XIX, Corinto era parte de Cacaopera. Actualmente cuenta con 5,639 habitantes en la zona urbana.
Además, este municipio está rodeado del Río Torola, de los municipios Cacaopera, Lislique Anamorós y Sociedad.
• La Gruta del Espíritu Santo. Posee la principal muestra de arte rupestre de El Salvador y cuenta con unos 10 mil años de antigüedad.
Las figuras en bajorrelieve que se encuentran en la cueva fueron pintadas de rojo, azul y amarillo. Algunos de los símbolos son de gran tamaño, y otros, no superan la dimensión de la palma de la mano. Los dibujos, en su mayoría, son formas humanas con grandes penachos en la cabeza, se puede observar, además, palmas de manos, animales, incluso hasta mapas.
Los pueblos indígenas que están organizados reconocen la cueva como un importante sitio sagrado y aún hoy en día acuden en romería para celebrar ritos. En los cambios de estación climática –según Argelio Álvarez, encargado de cuidar el sitio- vienen descendientes de raíces mayas e incas a hacer ceremonias.
Este patrimonio cultural tiene aproximadamente 39 metros de largo por seis de ancho, con una altura de 15 a 17 metros. Además cuenta con una diversidad de fauna y flora distribuida a lo largo de un terreno de 25 manzanas.
En la zona se puede encontrar árboles de ojushte, que era parte de la base alimentaria de los antepasados. La semilla de este árbol es alta en fibra, proteína, hierro, calcio y vitaminas A, B, C y E. Su mayor bondad es que sirve para preparar infinidad de alimentos.
Los pueblos indígenas que están organizados reconocen la cueva como un importante sitio sagrado y aún hoy en día acuden en romería para celebrar ritos. En los cambios de estación climática –según Argelio Álvarez, encargado de cuidar el sitio- vienen descendientes de raíces mayas e incas a hacer ceremonias.
Este patrimonio cultural tiene aproximadamente 39 metros de largo por seis de ancho, con una altura de 15 a 17 metros. Además cuenta con una diversidad de fauna y flora distribuida a lo largo de un terreno de 25 manzanas.
En la zona se puede encontrar árboles de ojushte, que era parte de la base alimentaria de los antepasados. La semilla de este árbol es alta en fibra, proteína, hierro, calcio y vitaminas A, B, C y E. Su mayor bondad es que sirve para preparar infinidad de alimentos.
Leer más



+15