La Judenplatz y su Museo Judio
En la época medieval, el gueto judío estaba localizado en la actual Judenplatz. Al entrar por una de las callejuelas laterales, lo primero que encontramos es una estatua de Ephraim Lessing que parece antigua pero no lo es, ya que es una reproducción de una anterior. Y es que este insigne critico y dramaturgo defendió los derechos del pueblo judío aún siendo alemán, por lo que los nazis decidieron que era una vergüenza honrar a alguien tan "antipatriótico" como Lessing. En fín, una locura más de las guerras.. El mismo escultor la hizo de nuevo y la colocó en el mismo sitio en 1982.
El cubo que vemos en el centro es el monumento a las víctimas del nazismo, que se inauguró en 1999, aniversario de la Kristal Nacht, o Noche de los Cristales Rotos.
Todo lo visto nos lleva a pensar en el destino de los judíos, que siempre han sido envidiados por su innata y elevada capacidad para los negocios, acusados de brujerias y rituales, como en 1421, cuando en este mismo sitio casi toda la población judía fue ejecutada, convertida al cristianismo a la fuerza, o expulsada. Afortunadamente, en 1781, un edicto les permitió el libre ejercicio de sus actividades, lo que enriqueció economica y culturalmente a la ciudad de Viena.
Hasta que llegaron los nazis, y a partir de 1938, de los 170.000 judíos que vivian en la ciudad, entre expulsiones, deportaciones y ejecuciones, la cifra fue bajando hasta quedar sólo 7.000.
Evidentemente la economía y la vida cultural cayó a niveles de bajo mínimo, y solo en épocas modernas se consiguió recuperar en parte su esplendor.


