Sito en la calle de los restaurantes "exóticos", San Bernardino, la Mantequería es uno de los cafés con más encanto de la zona, pequeño, coqueto, y con una planta sótano si buscas tranquilidad máxima. Tienen los periódicos del día, tablón de anuncios, y una carta de cafés, tés, infusiones y combinados a la que acaban de añadir el carajillo magno, una campaña para revitalizar la tradicional bebida alcohólica española.
La Mantequería es toda una sorpresa; lo que debió haber sido una tienda de ultramarinos en tiempos pasados (tanto por el nombre como por parte de la decoración) se ha transformado en un café con muchísimo encanto donde se puede, tanto tomar un aperitivo, un cafetito a media tarde o unas tapas a la hora de cenar.
El local es pequeño y realmente acogedor, se nota que está diseñado para que sientas como en casa, aunque para mi gusto tienen que mejorar en el capitulo infusiones, que son un poco pobres. Mejor dejarlo para ir a tomar un vino o unas cañas. Aun así, es un rincón muy visitable
Detrás de Plaza de España te esepera una encantadora sorpresa. Pequeño y acogedor café con mucho encanto y un maestro cafetero muy crack que te hará disfrutar del mismo aunque, como en mi caso, no seas muy de café. La barra está repleta de botellas de ginebra de esas que se beben con los ojos, jeje.
Mala experiencia. Sirven con grosería. Si vas a la parte de abajo tienes que bajarte tu la consumición. Para no volver.
Servicio y atención desagradable y maleducada. Domingo 27 de Diciembre de 2015.
