Lo que mas me ha gustado de Tánger
Sin duda la medina ha sido lo que más me ha gustado de toda la ciudad de Tánger. Sus calles estrechas y zigzagueantes, las casas que la componen con sus pinturas y sus puertas arabescas, los tangerinos que viven en ella y las tiendas artesanales que allí puedes encontrar bien valen la visita a esta ciudad del norte de Marruecos.
La puerta de entrada a la medina es el Gran Zoco (Place du 9 avril), desde donde se puede acceder por la calle Semmerine a través de una puerta donde normalmente hay mujeres campesinas vendiendo hortalizas que ellas mismas cultivan. Después podemos seguir por la calle as-Siaghin. Luego lo mejor es perderse por las encantadoras calles. No es una zona peligrosa, aunque a algunos occidentales se lo pueda parecer, Tánger es una ciudad segura y es muy raro que un turista sea atacado o asaltado. Eso sí, todos los tangerinos con los que hablé recomiendan que las mujeres abandonen la medina sobre las diez de la noche como muy tarde o vuelvan en taxi al hotel.