Pésima atención
Después de esperar hora y media para una mesa para dos a la sombra, Lorenzo Amaya Rosado nos da una mesa al sol, habiendo una
mesa para dos en la sombra. Le pedí que por favor nos diera la de la sombra, porque llevábamos mucho tiempo esperando para acabar al final en el sol.
Simplemente se negó porque le venía mejor unir la mesa de la sombra para que se sentaran 5 personas. Su solución fue darme la espalda diciéndome, textualmente, "es lo que hay, si lo quieres entender bien y si no es tu problema". Jamás me sucedió nada similar. Nos quedamos alucinados .
Para colmo ahí nos dejo, y sentó a otra pareja que iba detrás. Evidentemente pusimos una hoja de reclamaciones, pero su actitud, lejos de mediar, fue de una prepotencia y una mala educación impropia de alguien que tiene un negocio y que tiene que atender a unos clientes.