José Solórzano Matute
Era una tarde tranquila en el hotel,...
Era una tarde tranquila en el hotel, con una hermosa vista al mar como de costumbre. De pronto la marea subió unos metros de la orilla, como queriando visitar el parque con los juegos infantiles y la piscina, como queriando darnos una fresca brisa de bienvenida.
Pero nunca llega más alla, se aleja a los minutos volviendo a lo habitual. Un tanto mejor para mi que quería darme el ultimo baño salado del día.