La reserva del Saja-Besaya

El Parque Natural de Saja-Besaya ha sido, para mi, entrar en un mundo de ensueño, de bosques frondosos y solitarios, donde al comienzo del otoño las setas y hongos, ocasionales flores y pequeña fauna anuncian una temporada de colores que seguro se irán intensificando y sorprendiendo cada vez más.
De verdad, esta zona de Cantabria es verdaderamente preciosa, una belleza que me ha cautivado en los dos días largos que he estado por allí, este mismo fin de semana!
Para llegar a esta zona, la del Parque Natural: Desde la Carretera Autonómica de Reinosa-Cabezón de la Sal (creo que CA-280), tomar el desvío a Ucieda de Arriba...

El parque natural Saja Besaya se encuentra en el corazón de Cantabria, accediendo a él desde Santander por autovía hasta muy cerca de Cabezón de la Sal, el municipio más importante de los aledaños. Se trata de un valle ancho, amable, de clima suave y árboles de hoja caduca, dominados por los hayedos, robles, castaños y avellanos, un regalo para la vista en cualquier época del año, solitario y tranquilo incluso en pleno agosto.
Durante los 5 días que estuve allí, me alojé en la localidad de Valle (o Cabuérniga, como también se llama), en un camping espléndido, Valle de Cabuérniga (2ª), con cabañas de alquiler, hotel y zona de acampada (autocaravanas bienvenidas).

El Saja - Besaya es uno de los valles más exhuberantes de Cantabria (dudo que haya alguno que no lo sea), y en el que podemos disfrutar del bosque y de bonitos pueblos de montaña.

Una de las rutas típicas en la zona es la de los Puertos de Sejos, que en 15 kilómetros nos llevará por las cabeceras de un par de pequeños valles, pudiendo ver montañas, bosques y naturaleza en estado puro, siempre salpicado con pequeñas cascadas.

La mejor época para visitar este valle es en otoño, cuando el intenso colorido lo impregna todo, y no me perdería una visita al pueblo de Bárcena Mayor.

Esta es una de las muchas maravillas que tiene Cantabria. De vez en cuando, un grupo de amantes de la fotografía salimos a hacer excursiones fotográficas por nuestra provincia para ir descubriendo de una manera tranquila y divertida todo lo que nos ofrece y que muchas veces de tan cerca que están no lo valoramos.
Es un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza.

Éstas son unas fotos poco comunes de la reserva del Saja, puesto que lo habitual es fotografiar sus preciosos hayedos. Pero en esta ocasión, hará tres años y pico, el Puerto de Palombera había estado cerrado durante semanas por grandes nevadas y fue el primer fin de semana que se podía subir. Además hacía muy bueno y, después de pasar por el pueblo de Saja, y casi en lo alto del puerto, tomamos estas fotos del atardecer. Un paisaje yermo, contrastando con la impresionante vegetación cubierta de nieve que acabábamos de ver pocos kilómetros atrás. Tan cerca de la civilización y de casa y, a la vez, parecíamos estar tan lejos...