Experiencia en galetos y parrilla
El día era lluvioso y gris, las hojas de las plantas parecían más verdes, brillantes y grandes que de costumbre, el color del cielo se confundía con el del río y un olor a tierra mojada lo hacía más maravilloso aún pues de calor nada de nada. Mi hermano que es muy buen cicerone y un exquisito para las comidas me sugirió que fuésemos a este lugar donde las parrillas, los galetos y cualquier tipo de pescados eran muy recomendables, además de otras opciones, como por ejemplo pastas caseras, de las que se podían elegir en su menú. El pan en Misiones es una “perdición”: blanco, negro, con semillas o sin ellas no se puede dejar de comer por más esfuerzos que hagas y acompañado con alioli, del que nos trajeron dos bol ¡¡¡imperdible!!!.