Marta Pilar
Histórico edificio, cultura y comida en un
Ubicado en el edificio Remonda Monserrat, también conocido como el Palacio de los Dragones, de estilo Art Noveau y construido por Francesc Roca i Simó en 1916 en pleno centro de la ciudad, se destaca por el trabajo artesanal en hierro, el uso de azulejos, mosaicos y vitrales, con una ornamentación que aprovecha motivos zoomorfos, antropomorfos y heráldicos.
Este bar está posicionado como centro de la movida cultural rosarina al que asisten habitualmente intelectuales, poetas, actores, escritores, etc. y fue el lugar en el que Roberto Fontanarrosa “El Negro”, instalara su mesa de los galanes, mientras El Cairo estuvo desolado y en decadencia durante 10 largos años.
Allí se puede comer excelentemente bien en un lugar cómodo, bien atendido e iluminado, donde a pesar del ruido exterior, nada hace presumir que adentro los tonos no suben y la acústica es tan buena que por más lleno que esté nadie escucha lo que habla el que está al lado.
Pedimos una tortilla de papas y una ensalada con tomates, rúcula, arvejas, rabanitos, aceitunas negras y verdes, tomates, chauchas, puntas de espárragos, pimientos etc. Una botella de muy buen vino tinto, agua mineral y café y pagamos 15€ entre las dos.
Pedimos una tortilla de papas y una ensalada con tomates, rúcula, arvejas, rabanitos, aceitunas negras y verdes, tomates, chauchas, puntas de espárragos, pimientos etc. Una botella de muy buen vino tinto, agua mineral y café y pagamos 15€ entre las dos.
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