Os voy a contar cómo surgió la idea de e...
Os voy a contar cómo surgió la idea de este hotel, nada más. Vosotros decidís si merece la pena venir a sentirlo o no. Me gusta viajar, con toda mi alma, creo que es la forma de crecer y aprender en esta vida.
La otra forma es mirar como se mueven los demás.¿No habéis estado nunca sentados en una terraza viendo cómo la gente se mueve? Para saber sentir lo que llega a tu vida, hay que salir primero a buscarlo y eso es lo que yo hice antes de construir La Serena.
Creo que son trece los países que he visitado hasta ahora pero hoteles muchísimos. De todos ellos he copiado un poco, sobre todo de aquellos que son pequeños y están en el Mediterráneo. Muchos de ellos están en Ibiza, otros en Barcelona y Gerona. Alguno de ellos por otros mundos.
Me gustan las habitaciones en las que el baño está en cierto modo integrado, compartir la ducha con la persona con la que duermes, seguir una conversación con ella o una mirada. Descansar es un lujo que los árabes conocían muy bien, para eso construí un baño turco, con mármol de Macael, dónde conectar contigo mismo, dónde tocar tu piel y la de quién te acompaña.
El hammam es para hablar entre murmullos y poder disfrutar del agua fría echándotela de golpe con sus cubos de hierro. Es para enjabonarte y conseguir una piel limpia y un corazón activo por el contraste de temperaturas.
Hay más detalles de La Serena Hotel, pero podéis encontrarlo en su página Web. Son detalles técnico,; número de habitaciones, cómo llegar y esas cosas, pero la esencia os la he contado yo.
Y yo estaré sentada en la terraza de La Serena…


