Cuando pasas 50 veces por delante...
Cuando pasas 50 veces por delante siempre piensas, tengo que parar para comprar alguno de los "quesucos de Cantabria" que ofrecen en esa tienda. Cuando por primera vez paras, compras algún queso...
para llevar y piensas, que simpático este paisano que atiende y que maja es su mujer, la que cobra. Y caray, que raciones se toman los lugariegos, volveré.
Cuando otro día pasas a tomarte alguna ración descubres que al fondo, despues de atravesar el bar/tienda/confesionario que es el lugar, tienen un apartado donde dan de cenar. Y como se cena!!!! Las anchoas, antológicas. Las jigas (lomo adobado), sensacionales, los pimientos, las alcachofas, el queso, el salchichón y el chorizo, todo con materia prima de la zona, BRUTAL!!! Y encima el precio es muy muy asequible. Marco, el hijo de Rufino atiende las mesa siempre con una sonrisa, es un gran tio.