A este restaurante me une un vínculo ...
A este restaurante me une un vínculo especial, y es que abrío a mediados de los 80, de manos de Manolo, un español que había vivido varios años en italiana, que se había casado con una italiano y que montó el restaurante en una de las zonas más desangeladas de Coruña en aquellos momentos, los alrededores del estadio Riazor.
Pues bien, yo pasaba por delante todos los días para ir a clase de italiano de la escuela de idiomas, y cuando llegó fin de curso y nos planteamos una cena de alumnos, por 6€ manolo nos preparó un menú para morirnos, que incluía un souflee espectacular. A partir de esta cena, el boca a boca hizo que el restaurante se llenara todos los días a pesar de que bonito no era precisamente.