Acogedor rincón de la capital murciana, donde degustar tapas elaboradas y presentadas con un gusto exquisito, acompañadas de los mejores vinos o unas cañas bien tiradas, a un precio competitivo, con un personal atento y cercano. Ingredientes que sin duda, hacen de este pequeño local con encanto particular, visita obligada en nuestros viajes a Murcia.
Su experiencia empieza desde la misma barra exterior, donde amablemente te recibe el personal, unas cervezas, unas tapas muy originales que no encontrarás en ningún otro lugar, la mejor marinera de Murcia. Yo estoy enganchado a sus marineras, sus croquetas caseras, el quebab de ibéricos, la tosta de fua (FUA!!). Y para rematar esa tarta de queso, POR DIOS!!! que tarta de queso. Voy todas las semanas y cada vez estoy más enganchado.
Totalmente recomendable y a un precio muy asequible teniendo en cuenta la calidad y originalidad del producto, por 10€/persona cenas/comes perfectamente.
Esta bien la idea del local, moderno y a la vez acogedor, monedada con las servilletas, los platitos, pero en Murcia hay muchos más sitios mejores que este, cantidad de la comida poquísima para el precio , los platos innovadores al final mucho lili y muy poco lerele, Te esperas más y la verdad para quien sepa comer defrauda bastante.
Mí buen gusto me impide ser grosera por aqui, pero en la intimidad no le recomendare a nadie.
