La Tienda de Pedro García

Un sitio donde comer muy acogedor y decorado como principios de siglo. Trasládate a otra época.
Comida, como no podía ser menos, tradicional y casera. Todo muy rico y a muy pero que muy bien de precio.
Es mejor llamar y reservar. Tiene dos salones: uno nada más entrar para picar algo, y otro adentro en plan restaurante. Recomendable.
Y para contaros algo de historia acerca de este bar os copio el siguiente párrafo sacado de la propia carta del mismo:
Lugar atípico donde los haya, es una antigua tienda de comestibles (COLMADO) de principios de siglo que abrió sus puertas en el año 1926 y que fue habilitada como restaurante en el año 1996.

Recomendable 100%, es un sitio diferente, acogedor, entrañable, pequeñito, el servicio muy bueno y la comida... ¡Riquísima! Recomendamos las croquetas de bacalao, pimientos rellenos de bacalao, pulpo, lacón, quesos, cecina, pisto, pimientos de padrón, tiramisú. Todo está muy rico. En definitiva, un buen sitio.

La tienda de Pedro García, es un museo vivo con evocaciones a lo que antaño fuese un tienda de comestibles de principios de siglo XX. Su cocina está basada en la excelencia en la selección de productos, raciones, conservas, embutidos. Todo ello maridado con una extensa carta de vinos y un trato inmejorable.

Recomendación no perderse las croquetas ni las rabas.

Sitio espectacular para comer o tomar unos vinos con unas raciones muy recomendable la de mejillones en salsa

Habituado a comer en restaurantes tradicionales y de calidad, me encontré con un restaurante original y con un menú que merece la pena probar. La calidad relación / precio no es mala. La atención exquisita. Eso sí, si te tocan las mesas cercanas a la barra, hay que ir praparado a comer rodeado de mucha gente. A pesar de ello, el entorno y la calidad de la comida merecen la pena.

Recomendamos visitar este lugar, te traslada a otra época, lleno de recuerdos, carta amplia de raciones y platos fuera de carta.

Relación calidad- precio buena

Ensalada de la casa, plato de fritos varios y tarta de chocolate más vino, agua y café, para dos unos 30 € aprox.

A los amantes de la buena comida, no recomendamos este restaurante. No hay relación calidad-precio. precios bastante altos para los platos que ofrecen. pedimos una ensalada, unos san jacobo con patatas, calabacines rellenos de gambas y una tabla de quesos.

Un restaurante acogedor, con bonita decoración. El pincho de tortilla de lacón y alioli mi preferido.

La atención genial y la comida riquísima. Además el lugar tiene mucho encanto.