Lago Nasser

Mi experiencia por el Lago Nasser fue buena, aunque había escuchado que era un lugar sin demasiado interés. La verdad que no tiene mucho que se pueda visitar,excepto tres pequeños templos sin mucho interés arqueológico. Pero la navegacion por el Nasser es muy relajante, que en definitiva era lo que buscaba (relax). Y efectivamente, aquí tienes tiempo para charlar, conocer gente nueva y simpatica con la que poder tomarte un café o un te. Para gente que busque templos que visitar, este lugar ofrece-como ya he comentado- poco que ver. A mi personalmente me agrado, ya que después de tantas visitas anteriormente, y lo que mas tarde visitaria, la verdad es que lo agradecí.

Si la puesta de sol en el desierto es espectacular, la que se puede contemplar en el lago Nasser no se queda atrás. Es uno de los mayores privilegios que he podido experimentar durante mi estancia en Egipto, el poder contemplar una puesta de sol desde este lugar.
El lago Nasser es un lago artificial que surgió como consecuencia de la creación de la Presa de Assuán. Ejerce de frontera entre Egipto y Sudán y se encuentra en la cuenca media del río Nilo. Es un lago espectacular ya que es tan grande que al contemplarlo en lugar de un lago parece que estás viendo un mar, eso sí, completamente calmado y sin oleaje. Esto hace que se respire una paz en sus orillas impresionante, ya que lo único que contemplas es agua y más agua totalmente calmada y sin apenas producir sonidos. Cuando comienza a ponerse el sol se puede disfrutar de un espectáculo de colores impresionante. En pocos minutos el cielo adquiere cientos de tonalidades diferentes que quedan reflejadas a su vez en el mar y ofrecen un paisaje espectacular. Además, dependiendo de dónde nos encontremos exactamente vamos a poder contemplar también las sombras de monumentos impresionantes, como Abu Simbel. esto hace ya que la belleza del lugar no tenga palabras.

Al construir la nueva presa de Asuán para evitar las enormes crecidas del Nilo, un montón de pueblos y templos quedaron sumergidos por el lago artificial que se empezó a formar y que ha recibido el nombre del presidente egipcio que ordenó construir la presa: Nasser.
Se trata de una extensión enorme de agua en medio del desierto donde, al amanecer, se pueden sacar unas tomas fantásticas.

Necesitaba descansar, pensar en su presente y en su futuro. En las últimas fechas el trabajo le había consumido y su situación familiar no ayudaba mucho.

No podía dejar pasar ni un día más, necesitaba unas vacaciones y así fue, ni corto ni perezoso, llamó por teléfono a una amiga y ella le organizó un viaje por Egipto, ese Egipto que tanto amaba. La primera y fundamental estación del viaje, no era otra que el Lago Nasser, el lago formado por las aguas acumuladas en la presa que le daba nombre. Veinticuatro horas más tarde ya disfrutaba de un calor que empapaba su piel, una situación que le embriagaba y le hacía sentir un profundo bienestar.

Un momento de calma para disfrutarlo navegando.