Cristal puro
Cómo he comentado en alguna ocasión anterior, tuve que vivir por motivos laborales más de 2 años en Munich. Como un amigo mío que nunca se equivocaba vaticinó, el primer año que estuve allí no dejé de tener visitas a las que tenía que organizar algún viajecito por la zona. Y el segundo año la gente ya no iba, así que me seguí dedicando a viajar, pero yo solo :)
En ambas épocas, una de mis excursiones favoritas con diferencia era visitar el Konigseë, un lago de cuento situado cerca de la localidad de Berchtesgaden, en la frontera entre Alemania y Austria. Allí, a parte de poder visitar el espectacular Nido del Aguila de Hitler, se encontraba el precio lago que los bávaros llamaban "de aguas negras" por su intenso tono, pero que era el de agua más pura de todo el país.
La visita al lago se hacía en embarcaciones eléctricas, que hacían dos paradas, una en el monasterio de San Bartolomé, que hace preguntarse a uno mil veces cómo nuestros antepasados pudieron construir algo en ese lugar y otra al final del lago, donde hay un camino que conduce hasta otro lago más pequeño, el Öbersee.
Para explicar lo que es el Öbersee basta con ver esta foto, aunque yo a veces no recuerdo si se trata de la impoluta claridad del lago o de que el mundo realmente se desdoblaba en este pequeño lugar perdido en los Alpes Bávaros.
Lo que no se puede explica es cómo no llegué hasta el Öbersee hasta al menos mi quinta visita a la zona, pero es que claro, tuve que esperar a que pasara ese primer año de excursiones programadas subiendo al Nido y bajando al Konigseë para poder llegar un día relajado hasta la última parada del barco y con tiempo suficiente para recorrer el lago entero antes de que partiera el último barco de vuelta a la civilización. Aún así, a veces pienso que quizá debí haberme quedado allí "por accidente" durante algún tiempo :)
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