Estuvimos ayer cenando ahí
Fuimos porque vimos que hacían carnes y pescados a la brasa, llamé para reservar y me decían que no me escuchaban, llamé hasta con otro teléfono por qué teníamos cobertura y me era raro, llamamos con otro teléfono e igual, de hecho pensé que me estaban tomando el pelo, por que todo el rato me decían que no me escuchaban y con voz rara, que qué era lo que quería y que con quién quería hablar.
Yo alucinando, de hecho pensé que me había confundido de número y que estaba llamando a una casa particular. Llamó mi pareja y a él si se supone que le escuchaban mejor, vamos que se esforzaron lo mínimo por escucharnos, al final reservamos y la verdad por mi pareja por que yo no hubiera llamado una tercera vez.
Al llegar allí nos dicen que ya no hacen ni carnes ni pescados a la brasa que ahora es de tapas... pedimos una bravioli, unos calamares y unas croquetas, las bravas parecían que estaban hechas con anterioridad, los calamares congelados, a mí no me gustaron nada, de hecho le hice a mi pareja que los probara por que pensé que podían no estar buenos. Las croquetas de jamón lo único que se podía salvar, congeladas pero no estaba mal, de beber les pedí agua, y me dice que justo la de sin gas se le había acabado, me precio increíble que un bar se acabe el agua sin gas.
Pagamos 30€ por ls 3 raciones, un refresco, un zumo de piña y una caña de cerveza. Nada recomendable.