Las calles de Imilchil

Llegamos a este pequeño pueblo para pasar una noche antes de nuestra experiencia con una familia bereber. Aunque este pueblo no tiene nada de especial si lo comparas con otros pueblos de Marruecos lo que SI que le hizo muy especial fue el posible acercamiento a las gentes del pueblo, gracias a nuestro guía ya que era de allí, así que nos presentó a familia y amigos y aprovechó para desaparecer durante 24h para que pudiéramos disfrutar de la tranquilidad de este pueblo en territorio bereber, de jugar al balón con los niños que son la animación de las desiertas calles de Marruecos, de medio charlar con los hombres que inseparables de sus sillas ven pasar el tiempo con la tranquilidad de tener una mujer trabajadora al lado que se ocupa del resto, de comer y beber y disfrutar.