Calles rectas, interrumpidas por una iglesia, convento o templo
Morelia se fundó con el asentamiento de cincuenta familias adineradas provenientes de Pátzcuaro, que se encontraba bajo la autoridad del primer obispo Don Vasco de Quiroga. Los fundadores solicitaron los servicios de un urbanista, quien decretó que las avenidas fuesen perfectamente horizontales y verticales, logrando exactitud en la planeación de la nueva ciudad, sin embargo, la profunda religiosidad de los fundadores hizo que las calles, se trazaran rectas, aunque interrumpidas por una iglesia, convento o templo ya que "todos los caminos deben llevar a Dios", así que en el centro histórico de