Las cataratas del Nilo Azul

Las cataratas del Nilo Azul, en lengua amariña Tis Abay (humo de agua), son uno de esos lugares míticos con los que una sueña cuando lee historias sobre antiguos exploradores, descubridores.. Precisamente, Pedro Páez, un alcarreño nacido en 1564 en un pueblecito de la hoy Comunidad de Madrid, fue el primer europeo "moderno" que estuvo aquí. Era un misionero jesuíta, que se convirtió en un experto de las lenguas y cultura autóctonas, y tuvo la suerte de conocer la sobre fuente del Nilo Azul, en 1613. Tal y como cuentan él y sus compañeros, parece que pocas cosas han cambiado en estos parajes... Bueno, ahora hay una presa para generar electricidad justo encima de las cataratas, y ha hecho menguar su caudal, cómo no...

Estas cascadas no son tan famosas como otras, ni tienen un paseo con barandilla para los turistas, pero tienen algo especial, quizás debido a que cuesta imaginarse que ese relativamente estrecho río pueda ser parte del Gran Nilo que desemboca en el Mediterráneo después de varios miles de Km.

La única manera de acceder a las cascadas es dejando el vehículo en el pequeño pueblo de Tiss Abay y calzando unas botas de monte. Pero se trata de un recorrido relativamente corto y con poco desnivel. Empezamos cruzando el viejo puente portugués del siglo XVII, una rareza en esta remota región del África negra. Enseguida se nos acercarán mujeres vendiendo artesanía local y niños con ganas de "conversación". Cuando ya tenemos a la vista las cascadas, pasamos a la otra orilla cruzando un estrecho puente suspendido.

De nuevo en barca nos acercamos a estas magestuosas cascadas donde brotan las fuentes del Nilo Azul ;
observando la vida que surje a su alrededor , donde el salto del río forma las " cataratas Tississant o Humo sin Fuego " como ellos las llaman en lenguaje amarico ,sinceramente espectaculares , poder estar a los pies donde nace el Nilo Azul y ver a los etiopes en sus Tankwas por el río .