Finca de El Moquinal: entre la realidad y la ficción.
By Gerardo Oronoz.
En el Monte de El Moquinal, perteneciente al Municipio de San Cristóbal de La Laguna, se encuentran las llamadas Cuadras de Don Benito. Si definiésemos su posición, a ojo de buen cubero, diríamos que están ubicadas en el centro del triángulo formado por la Cruz del Carmen, el Caserío de Bejía y la Finca de La Orilla. Es una vetusta construcción que actualmente se halla en ruinas, engullida por la vegetación, el vandalismo, los grafiteros, las hogueras, la basura, y que tuvo su tiempo de esplendor como finca de recreo. Consta de dos grupos edificados, donde se puede distinguir una casa principal con varias habitaciones y una terraza, lugar de ocio y esparcimiento; el segundo grupo de casas está dedicado a los medianeros que trabajaban las tierras y cuadras para guardar ganado. La parte alta de la ladera, donde serpentea una larga escalera y existe un aljibe, estaba destinada a jardines. En medio de estas construcciones pasa el Camino de El Juntadero, el cual conecta el Caserío de Bejía con El Moquinal, Pedro Álvarez y Tegueste. Todo el conjunto está rodeado de bosque de laurisilva y pinar, donde destaca, al igual que en la Finca La Orilla*, el Pinus Radiata, cuya característica principal es su rápido crecimiento para aprovechar la madera. Algunos de estos ejemplares han sido derribados por los fenómenos climatológicos adversos que han padecido las islas en la última década, sobre todo el referente al Huracán Delta, acaecido en el año 2005. Esta propiedad es conocida con varios nombres y todos ellos guardan relación con el sitio, sus propietarios y las habladurías o leyendas urbanas que la población les adjudica: Las Cuadras de Don Benito, La Casa Fuset, La Finca de Franco, La Casa de La Tosquita, La Casa de Los Disparos o La Casa del Pánico.