Marta Pilar
Mucha gente pero bien atendido!!!
Ir a la playa un sábado mediada la mañana es como intentar sacarse la lotería sin haber comprado el billete porque todos los que viven en el lugar y zonas aledañas, además de los franceses y alemanes que circulan por allí logran que no encuentres un espacio sin que te pasen por encima, con lo cual aprovechas la primera oportunidad y atravesando la playa te vas a comer algo a “Las Palmeras” que tanto tienen restaurante en el interior del local sino que también afuera. El lugar estaba atestado de gente y conseguimos un lugarcito casi sobre la orilla del entablado sobre la playa. Pedimos un par de sándwiches de jamón y queso tostados, ya era bastante tarde, dos helados de chocolate bien grandes y un par de cafecitos cortados.
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