Sal Peninsular
Una de las visitas que no debe perderse el turista cuando visite la Península es la de llegar hasta las Cumaraguas. Esta es una salina natural, convertida con el tiempo en un punto de referencia obligado y de alto interés turístico en los visitantes. El paseo no consiste en otra cosa más que observar estas salinas que desde lejos parecieran una playa de un extraño color que va desde el rosado al rojizo, de allí viene su nombre, pues dicen que es así como se llama a un cangrejo que tiene el caparazón de ese tono. En la vía, los niños del caserío ofrecen los cristales de sal pura a cambio de lo que el turista puede ofrecer; ellos son miembros de una comunidad que tal vez se formó alrededor del producto de su sustento, esperando que termine de dar frutos un proyecto que aspira sobrepasar la extracción de doscientas mil toneladas del producto al año.